martes, 13 de mayo de 2008

ai guana raiot bat aim not a faquin guerl ni mucho menos rrrrrrr, porque ladro, añaro...

hoy estuve dándome cuenta de las agujas de voodoo que representa cada FAC (fuck para los academicistas) y con la cantidad utilizada día tras día en las músicas ochenteras, noventeras, dosmileras podría abrirse un escuela de bordado con los materiales sin cargo con tanta rabia, tanta demolición de sentimientos, tanta tierra sobre tierra y palazos a las venas y arterias que están tan ocluidas tan arteriosclerósicas, tan no dilatadas, tan sufriblemente ahogadas con grasa y ataviadas de un basural inmenso como la red de mentiras en la que te sometes encendiendo sólo un cerillo... provocando idas y vueltas de bomberos anónimos y heroicos y voluntarios como el silencio entre dos.
Hay que agradecer a todos esos personajes de amarillo y botas anchas, esos desconocidos que te apagan cuando te estás ennegreciendo del dolor, en off te ponen y como cualquier motor detrás de las barrigas de las muñecas tenebrosas parlantes, las reales protagonistas del terror hollywoodense, empezas a funcionar sin haber sentido nada de nuevo, un papel de carta en blanco para la siguiente tinta derramada, borradores agresivos, "correctores" níveos y espesos o con cinta, o palmas y dedos en cópula con el cólera.
Así de simple somos letras y caminando llenamos cartas, nos quieren hacer desaparecer o somos errores, o despiadadamente nos rompen.
Somos de papel o somos de polvo. Igual el afán sale cada día cuando no brilla el sol. Y algunos carecemos de protector, alarma en caso de incendio, y del cristal ya quebrado del extintor.

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