domingo, 20 de septiembre de 2009

Barro

Después de tantas fotos se robaron las cámaras y en el sin uso de sus ojos, las imágenes negras se agravan y nadie las quiere mirar. No hay luz y las miradas no miran ni sospechan el acto que ahí se esconde a la esquina, al centro o donde se desaparezca menor en todos los negros cuadros que se multiplican se juntan salen y duelen.

Sin esas imágenes, las que no vimos, las que no sonaron ni dijeron nada. Me voy. Y no y si ni si ni no. Me voy en la oscuridad del paisaje y en la cama del sin ruido. Del no decir mas que hasta que vuelva. Hasta que sea. Si quiere ser.

Con cualquiera, con cualquier. No hay desigualdad. No vive el miedo a odiar. El miedo a darse cuenta ,a verse defectuoso y deforme en la negritud del estomago de los marcos que escribo. que veo. Que siento. donde me extingo.

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